miércoles, 23 de marzo de 2011

Walter Rios y Mariel du Petit




Bueno...hablar del terreno de las sensaciones es algo ciertamente complejo, quizás no imposible, pero ciertamente complejo, a pesar de eso,me arriesgaré...

El Sábado del Festival de Tango de Granada Cristina y yo tuvimos la posibilidad de participar en un acto paralelo de dicho festival, y lo cierto es que la experiencia ha sido maravillosa.

Siempre que bailamos disfrutamos una barbaridad, pero innegablemente hay diferentes niveles de disfrute según una multitud de circunstancias. Lo que ya es algo más complejo es que el hecho de bailar se convierta en algo mágico, en algo que prácticamente te hace olvidar que estás bailando...raro, ¿verdad?.

Pues eso justamente es lo que nos sucedió ese Sábado al compartir el escenario junto a Walter Rios al bandoneón y Mariel Du Petit a la voz.

Cuando llegó el momento, la verdad es que parece que todo se paró, parecía que seguíamos probando sonido, que estabamos únicamente los cuatro subidos al escenario...hasta que al final pudimos oir los aplausos del público que nos recordaron que no, que ya la prueba de sonido había terminado, que no estabamos solos.

Únicamente recuerdo que me haya sucedido eso unas tres ocasiones más, y siempre la sensación ha sido compartida por Cristina, lo que hace que una sensación claramente subjetiva se convierta de modo automático en objetiva, si es que se pueden objetivizar las sensaciones.

El tema que bailamos y que nos hizo sentir esa magia fue Pedacito de Cielo, tema que ya forma parte de una lista de temas que SIEMPRE formaran parte de nuestros recuerdos...lista muy selecta para nosotros que incluye (por diversas razones) temas como Silbando, Pavadita, Oblivion y poco más...y que hacen que al escucharlos de nuevo nos hagan revivir algunas situaciones donde la magia se adueñó de baile y música, o baile y música se adueñaron de la magía, no importando el orden.

Para rematar la faena comprobamos rápido que compartimos, además del Tango, otra afición que puede que no tenga nada que ver con él...aunque yo creo que sí: el café.
Tras el espectáculo y a la mañana siguiente tuvimos el inmenso placer de compartir
algún que otro cafelito con ellos, eso sí, con el Tango como eje principal de las conversaciones.
Tras dichos cafelitos y las consabidas conversaciones puedo confirmar que Walter y Mariel son un "pedacito de cielo".


Un abrazo:
Alycristango

2 comentarios:

  1. Bellas palabras. ¿Llegaré yo a sentir eso mismo alguna vez?. Me parece que para eso tendré que bailar tantos tangos como habéis bailado vosotros, y sentir la música como vosotros llegáis a sentirla.
    De momento me gusta poder leerlo, que ya es algo.

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  2. A mí también me ha encantado leer esto.
    Debe de ser una experiencia maravillosa.
    Desde luego esos momentos son los que hacen que vivas con todo el alma tu vida.
    Gracias por compartir esta experiencia.
    Me hubiera gustado muchísimo haber estado alli !!!
    No teneis el video grabado de este espectáculo?

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